jueves, 31 de diciembre de 2009

¿Y a dónde vas a ir a parar con tus huesos? II





Orden de prioridades

Hacer fuego por las mañanas
juntar ramitas para quemar
en cuclillas avivando el fuego
agregar astillas y soplar
agua caliente para unos mates
dos rodajas de pan casero
azucararlo
y marcar en la parrilla al fuego

juntar alguna bolsas del arroyo
al cruzar saltando las piedras para llegar al baño
lavarme con agua fría a la turca
y los días de calor mojarme bien el pelo
ir al baño con naturalidad o desmesura

luego sentarme de pies cruzados sobre el pasto

sobre las hojas secas de eucalipto
sus frutos partidos
y un néctar brillante entre mis dedos
el dulce aroma del alcohol

los ojos cerrados
la flauta en mis manos
siempre la misma melodía
y las imágenes que sólo eran ideas
encerradas
deambulan de acuerdo
a solas o acompañadas

Así me ocupo
cuando ellas, las ideas
se apilan ansiosas presionando fuerte
al vértigo histérico de la náusea

en vez de fumar, toco la flauta

al no circular por ósmosis, las ideas
ni evaporarse en la exudación del cuerpo
la presión interna, aumenta
al centro bien adentro
y oprime

pero unas notas con la flauta
vueltos los ojos tras los párpados
o al cielo enramado y arbolado
la misma melodía los ordena
los ubica de uno en uno

respiro cada nota larga y pausada
hasta que deviene y pulsa
acompasado

(un orden)

Me ocupo del fuego
me ocupo en los árboles cuando me acuesto
los ojos cerrados y las manos sobre el pecho
la cabeza elevada sobre dos almohaditas rojas
de colectivo larga distancia
y sobre ellas un almohadón de pana
mis oídos a los perros
y al gallo
y a las ramas de los árboles
el mar rugiendo
suave y constante en un plano más lejano
pájaros por la mañana
mis oídos a la altura del suelo
la espalda
mi cuerpo envuelto
el aire entrando por la trama
o la lluvia golpeando
y una gota que cae y resbala
hasta el suelo de la carpa

Sanguches de pan casero
sólo con lechuga y tomate

Esperar a que se hagan las cinco
o las seis de la tarde
y caminar hasta la playa
meterme en el agua
más caliente que el aire frío de la tarde

Nadar a lo largo
donde no hay escolleras
ni nadie que vea nada.

Sentarme guardado del viento
en el teatro de una caleta acantilada
a tocar el siku o la flauta andina al mar
buena mezcla
y hacer la danza del eucalipto
la primer noche con la mujer fideo
luego del amor entre los girasoles

Ir y venir haciendo música
por los caminos de arena
o por la calle a por un vino
mientras camino toco.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Y a donde vas a ir a parar con tus huesos? I



Toco mi flauta andina
a los oídos de un abeja

y por la noche una lenta melodía
con armónica
para los amantes de otra carpa

Un perro bravo que no se ve
gruñe cada vez que toco
cuando es bien entrada la noche
y especialmente cuando es cerrada

Tercer gruñido,
la noche negra muy negra,
dejo de tocar y me guardo.

Reseña histórica de La Ponderosa –extraída de un reportaje a Cristina

Muy breve y fantástica histórica de Mar del Sur

Mar del Sur, Boulevard Atlántico, dicen que nació precisamente como iniciativa para fundar lo que sería la ciudad más importante de la costa atlántica bonaerense, referente del progreso y desarrollo de finales del siglo XIX. Así, en el año 1889 se inicia la construcción del Atlantic Hotel, con más de 80 habitaciones, por el Banco Constructor de La Plata, pero debido a los intereses de la familia Peralta Ramos, quienes invertían para que las vías del ferrocarril llegaran hasta sus propiedades, la fundación se realizó cien kilómetros al norte, y la ciudad se llamó Mar del Plata. El ferrocarril nunca se continuó hasta Mar del Sur y el hotel quedó como referente de un esplendor en potencia, imagen fantasma latiendo sobre el Boulevard de la calle principal.

Reseña histórica del camping La Ponderosa

Una mañana temprano en que vi pasar a Cristina con su cuaderno de entradas y salidas de acampantes, aproveché para preguntarle por el origen del camping.

Fue gracias a la visión de Mario Freedman, mi marido, quien en el año 1977 estaba en busca de lotes por Mar del Sur y se encontró con estas hectáreas junto al arroyo y decidió comprarlas para hacer un camping.

Fue un proyecto de él y hasta el día de su muerte lo manejó él solo. Se enamoró del lugar, foresto e inició un proyecto social. Quiso intentar un trabajo distinto, más en contacto con la gente. Era un hombre muy sociable, armaba peñas, le gustaba la música. Eran otras épocas… la gente era distinta, se transformó, está más para adentro y busca otra soledad, antes era más ruidoso, música y guitarreadas todo el tiempo.

Cómo llegaron a ponerle “La Ponderosa”
Se buscó mucho qué nombre ponerle y se estudió el lugar para ello.
Hubo publicistas detrás de esto. Ponderar, es alabar, es exaltar las virtudes de este lugar.

¿Cómo llegaron al lugar?
Uno se encuentra con los lugares, no se los busca, mi marido se encontró entre el espacio abierto y lo inhóspito del campo con el mar y la gente que ordeña y vive de sus plantaciones y supo que ese era el lugar.

Mar del Sur está exactamente igual que hace años, porque la gente lo quiere así. Cuando asumió la presidencia el Dr. Alfonsín, el intendente de Mar del Sur, hizo el camino pero los habitantes del lugar juntaban firmas para que no se hiciera. Para la gente del lugar era suficiente con que sólo hubiera una casa de ramos generales y una bicicletería. Y los turistas compraban ese estilo de verano. ¿Vos sabés lo que eran 16 kilómetros de tierra? 5 días que llovía y 5 días que no podíamos salir con el Citroen de mi marido.
¿Y la comunicación?, ahora que veo los celulares, nosotros, para poder hablar por teléfono, nos sentábamos de a 15 personas en donde esta la biblioteca y una señora con la manivela pedía con la operadora y si daba ocupado probaba con el siguiente.

Para terminar le pregunté cómo era vivir acá todo el año.
Hay que bancarse el viento…, me dijo y se levantó para seguir con sus tareas. Desde hace 15 años es la señor Cristina Lema, quien continúa la tarea de llevar heroicamente adelante y mantener este maravilloso lugar lidiando con las bestias citadinas, como nosotros, que de vez en cuando nos aventuramos fuera de nuestra burbuja.

Reportaje grabado el 30 de Enero del 2009 por Juan Manuel Seoane


Sueñera y ponderosa Mar del Sur
(a Cristina, al recuerdo de Mario y al Sueñero x Alejandro Simonetti)

Posé mi carpa en la tierra
entre árboles que eran niños
cuando fui joven y hallé
en este lugar, cariño,

Me hablaron en Buenos Aires
de un lugar del sur con mar
donde los hierros del tren
no habían podido llegar.

Cuervos de plata comieron
los ojos de un viejo sueño
y el tren creó una ciudad
y mar del sur fue del viento.

Y entre las dunas y el mar
el sueño de dos sueñeros
hizo la magia de un sitio
de árboles, carpas y cielo.

Y fueron pasando décadas
de un país de muerte y sueños
este lugar nos espera
siempre estamos volviendo.




31 de enero 2009-02-06
Alejandro Simonetti
alesimonetti2004@yahoo.com.ar